Urbanismo guatemalteco milenario

Luego de agradecer mucho a la revista La Voz de arquitectura el permitirme expresar ideas en un espacio tan importante entre los jóvenes de esta Universidad, quisiera explicar porque escogí este tema. Considero que es urgente que estemos concientes de ciertas cualidades de los espacios que los arquitectos y urbanistas mayas llegaron a producir, aquí, en nuestro querido país, eso claro luego de siglos de afinar esta importante tradición arquitectónica y urbanística. No estoy por una idealización de la producción cultural de nuestros antepasados, o de los grupos humanos que han residido aquí, sino quiero compartir esta vez mi admiración por elementos que ellos produjeron y que hoy por hoy implican una gran calidad de espacio para el desarrollo del ser humano. Empezaré con la plaza, que para la cultura maya fue una de las bases del desarrollo urbano. Este espacio vital sirvió para organizar una serie de elementos urbanos y que logró introducir a la ciudad ese espacio necesario para respirar, para encontrarse, para conmemorar, para aprender, para dirigir, para apreciar la arquitectura. En estudios que realizo actualmente sobre antiguas ciudades mayas, no termino de sorprenderme de las dimensiones, del equilibrio y del paisajismo logrado. Creo que debemos reconocer el alto grado de avance en la concepción de pequeños o grandes conjuntos monumentales. Debemos obligarnos como arquitectos o urbanistas pero también como herederos de los tesoros de esta tradición urbana milenaria, a ver la producción existente a lo largo del globo pero también en profundidad en el tiempo. Hay que tener siempre una posición de apertura para aprender de los antiguos arquitectos. Para este caso he visto la producción local y ha resultado para mí en una experiencia maravillosa en la que no termino de aprender y aprender. Para traer dos ejemplos contemporáneos, de lo impresionante que resultan las plazas mayas y el equilibrio logrado entre espacio contraído y espacio libre, podemos ver el edificio de la Municipalidad de la ciudad de Guatemala, de concepción moderna, pero que está ubicado sobre una plataforma que resulta casi piramidal y que cuenta con amplios espacios libres en sus fachadas. La integración de escalinatas centrales también nos recuerdan la arquitectura maya. Luego el edificio de rectoría, el cual nos recuerda aun mas esta tradición, pero que en su aspecto de conjunto urbano también tiene amplias plazas, las cuales elevan el nivel formal de este. Vemos en los ejemplos citados elementos alcanzados por los mayas hace miles de años, y cuyas cualidades no se han explotado suficientemente en nuestras ciudades. Cuando serán tomados en cuenta estos principios urbanísticos y aprovechados en ciudades que se plantean cada vez mas populosas debemos referirlo a cuando los arquitectos valoren mas las cualidades de la ciudad antigua pero sobre todo las obras maestras del urbanismo maya.